Odalix acaba de cumplir un año
como presidente de la Comision
Este no es un artículo a la usanza de lisonjeros para cobrar después, ni un análisis intelectual y ni siquiera es un gesto de audaz gentileza de quien esto escribe, sino un reconocimiento que no se merece quien no actúa con honestidad y justeza vehemente en el realce de una actividad que como la hípica es seguida por miles de personas con fascinación y recóndita esperanza de volcar la suerte a su propio favor.
Se trata, entonces, de resaltar que acaba de cumplir un año como presidente de la Comisión Hípica Nacional (CHN) el licenciado Juan Odalix Pimentel Báez, bajo cuya directriz, también, el Estado regentea el hipódromo V Centenario, que resolvió seguir administrandolo luego de una fracasada licitación cedida a la fallida empresa Super Resort, que abrió gas en pocos meses.
Odalix Pimentel, cuya experiencia administrativa la adquirió en el sector de la banca comercial, fue designado en el cargo por el presidente Leonel Fernández el 21 de agosto del año pasado, junto al señor Alejandro Beltré, como vicepresidente, y el licenciado Bienvenido E. Rodríoguez, como miembro.
El mismo día de su designación hubo carreras y el monto de la jugada de pool ascendió a 584 mil pesos y, al instalarse con toda su estructura gerencial, el día 28 de agosto, la suma jugada al pool se elevó a 689,676 pesos, de lo que se colige que la confianza del fanático estuvo de manifiesto.
Al cumplir su primer año el monto del pool subió, este sábado 23 de agosto, a un millón 214 mil 875 pesos, el más elevado en mucho tiempo, signo de que la fanaticada ha encontrado mayores opciones para invertir en un pool que ofrece, además, una suma millonaria en la oferta del "poolpote", que se nutre de los aportes porcentuales de la propia jugada del fanático.
Cuando esta nueva administración asumió el hipódromo, el túnel era lúgubre y la "linterna de Fausto" apareció para enrumbrar la hípica por un sendero de armonía entre todos los sectores, no sin ocultar que han aflorado discrepancias ruborizantes y depresivos contrasentidos, pero la capacidad para entenderse ha encontrado curso y el equilibrio para la comprensión se ha impuesto entre las partes.
Quizás muchas personas tengan razones, hasta de índoles políticas, talvez, para no apreciar como positivo para el hipismo el trabajo de las actuales autoridades hípicas pero, en mi caso particular, como presidente de la Asociación Nacional de Cronistas y Comentaristas Hípicos Unidos, tengo que testimoniar que el trato a la prensa hípica es considerado, respetuoso y honesto, en una gerencia que comprende que sin promoción, venta y publicidad, como de un mayor habitat caballar en el hipódromo, el negocio de la hípica no se desarrolla ni se enrrumba hacia un futuro promisorio.