Al caballo lo creían muerto
pero corrió y ganó después
Las carreras del sábado 19 último, en el hipódromo bostoniano de Suffolk Downs, no parecieron ser celebradas en una pista en los Estados Unidos, cuando se conocieron los apellidos de los jinetes ganadores en todo el cartel, a más de que se registró un caso sui géneris en el hipismo al ganar un caballo que para mucha gente estaba muerto.
Los jockeys que llevaron sus montas asignadas al triunfo fueron los apellidados Quiñones, Clemente, Jiménez, Estrella, Tunon, Thompson, Bocachica y Parra, que fueron todos ganadores, comenzando con el jinete venezolano Ender Jiménez con 2 carreras adjudicadas.
Una de estas carreras ganadas por el venezolano fue sobre el ejemplar "Legends Way" propiedad de "Nelson and Rocio K.A.M. Stable" cuyo triunfo fue altamente celebrado y comentado como un caso singular en el hipódromo bostoniano.
El lunes 7 de este mes el ejemplar Legends Way, un entrenado del preparador dominicano Alejandro Gómez -el padre del jockey Alejandro Gómez- ganó en la distancia de 1 milla y 40 yardas y el sábado, cinco días después, volvió a ganar en el tramo de 1 milla y 70 yardas.
Pero la gran historia de este ejemplar tiene una arista singular, puesto que bien puede decirse que regresó de la muerte, a donde núnca fue por el amor de sus dueños y su entrenador.
De acuerdo con la versión dada por el corresponsal de esta página en el hipódromo de Sulfolk Downs, el dominicano Saturnino Rubén Guzmán, el ejemplar fue casi desauciado ante la recomendación de los veterinarios que lo trataron y que pidieron a sus dueños que lo sacrificaran.
El caballo había sufrido una serie de percances que lo debilitaron y mermaron su capacidad competitiva, por cuanto no estaba apto para correr, resultando una carga para sus manejadores.
En un esfuerzo último, llevados por el amor al noble bruto, fue recuperado en algo, destinándosele en el mes de mayo a una última visita a la pista como corredor, pero empeoró y fue dejado tranquilo en una jaula aplicándosele un tratamiento sin ser trabajado.
Los veterinarios insistieron en que era una pérdida de tiempo mantenerlo debido a sus dolencias, por lo que, entonces, se hizo correr el rumor de que las recomendaciones de los facultativos habían sido obedecidas, existiendo en algunos la creencia de que había sido enviado a la muerte.
Sin embargo, el ejemplar se recuperó un tanto tras el largo descanso y corrió el dia 3 de agosto, llegando segundo, mientras el 15 del mismo gana en otro compromiso; y en otra carrera, el 25 de agosto, llega en tercer lugar, continuando así, cual si fuera un resucitado, el 1 de septiembre cuando arriba en el cuarto lugar.
Y el 7 del mismo mes gana otra carrera, para cinco días después verificar otra victoria, por lo que por esta gran recuperación el ejemplar es mimado por su propietaria, doña Rocio, como ella le llama ahora "su bebé", y como el más batallador del establo para su entrenador y el jinete venezolano que últimamente lo ha conducido.
