A ese lo reto a un duelo para lavar
con su sangre mi honor mancillado
He visto un E-mail enviado a determinadas personas del espectro hípico por un leguleyo personaje que encubre su identidad haciendo consignar ser, supuestamente, de una “oficina de consultores” y que no da la cara con su nombre, prefiriendo estar en la sombra para facilitarse sus presas, como las fieras que devoran las carroñas, haciendo alusión a mi, como al licenciado Luis Márquez, con el avieso propósito de etiquetarnos como periodistas vendidos a causas y conflictos que se ventilan actualmente en el hipódromo V Centenario, específicamente el informe sobre la gestión administrativa del licenciado Juan Odalix Pimentel Báez, presidente, además, de la Comisión Hípica Nacional, y que yo publiqué el miércoles último en mi portal de Internet, tras habérseme facilitado el documento para darlo a conocer, como lo solicité.
El personaje de marras -casi me doy cuenta de quien se trata- debe conocer mi trayectoria y saber que no soy como acostumbra, a buscar pesos sobre pesos no importa que el dinero provenga del peculado, de quien se haga de lo ajeno y que, convenientemente, se aproveche de acciones inmorales, actuando con furtiva gestión para conseguir pingues beneficios y justificar fortunas.
Si ese personaje al que me refiero se ofende con lo que digo, como me siento yo con lo que él alude de mi persona, lo reto a lavar con sangre el honor mancillado en el lugar más adecuado para este encuentro con la muerte, que es la plazoleta frontal del propio parque hípico, a las 3:15 horas de la tarde de un día de carreras que elija.
He sido siempre un hombre respetuoso de mis relaciones con la gente. Y si no tengo una fortuna monetaria es porque, como suele pasar a los hombres prudentes, muchas veces “unos corren tras la liebre y otros sin querer la alcanzan”. Yo no he sido nunca parte de urdimbres y negocios que terminan en una repartidera de dinero para poner el patrimonio público en manos de personas con comportamientos mafiosos y que, consciente de sus acciones poco transparentes, juegan a dos cabezas, muchas veces como quien persigue a dos liebres al mismo tiempo y que no logra alcanzar ninguna, por lo que cuando fracasan, al quedar al descubierto, se apartan para no tener que morir deshonrados en el esfuerzo.
Si hay un periodista que ha vivido bien sin dinero, puedo serlo yo porque, poco o mucho, el dinero que he ganado me los he gozado con una crianza a mis hijos, tan paradigmática, que tienen por orgullo un padre que no tiene expediente ni de avergonzarse de dejar a la gente con la mano en la cabeza. Más, yo no pido. Y si en épocas de la navidad he pedido a algunas entidades y personas en particular, vinculadas al hipismo, no ha sido para mi beneficio sino para el disfrute común de todos los cronistas hípicos que son miembros de la asociación que presido. Así que nadie crea que soy un consuetudinario pedilón ni que se me endilgue condición de pordiosero aceptando dádivas inducidas o por chantaje, intención maligna en un profesional de cualquier rama, como suelen hacer abogados que medran al amparo de una justicia que se lanza por la ventana.
Referirse al licenciado Luis Márquez, ex presidente de la Comisión Hípica Nacional y actualmente columnista del periódico Hoy -del que fui uno de sus fundadores en 1981- como a mi persona, pretendiendo echar un balde de lodo sobre nuestras reputaciones, preguntando con ruin sarcasmo…”No, es solo para orientarnos…los señores Márquez y Montás trabajan para…????????...arrojando dudas sobre la independencia de cada uno. La forma como hace el cuestionamiento el poco evidenciado “consultor”, solo identificado con la siguiente dirección de E-Mail…jmlvconsultores@gmail.com...es hecha de manera pecaminosa, pues, acaso, cual es la intención que subyace en el texto aludido que no sea restar crédito a dos comunicadores que tratan un tema sencillamente de carácter periodístico, sin responder a parte alguna de las involucradas en el affaire, del que no somos, por lo tanto, “ni arietes ni parientes”, pues se trata de un negocio, como es el hipismo, del que solo los cronistas hípicos se benefician con el pago pírrico de una publicidad a la que ciertos y determinados inversionistas del hipódromo se manifiestan con asombrosa reticencia y que siendo algunos empresarios, no se anuncian en los programas hípicos, negándose, evidentemente, a promover su propia actividad.
Yo no necesito ser pagado para ofrecer una información que me merezca importancia para el desenvolvimiento del hipismo, como no necesité paga alguna para exponer mi vida, y si que la puse en juego, cuando en abril de 1968 descubrí un pool falso -que pagaría más de 54 mil pesos- en el hipódromo Perla Antillana, cuando en una tarde de “palos” el famoso Felo Flores hubo de perder frente a Sermón, hecho que dio al traste con operaciones mafiosas y pie, al propio tiempo, a que el gobierno del Presidente Joaquín Balaguer ordenara la construcción del hoy majestuoso hipódromo V Centenario, lo que también condujo al entonces administrador del vetusto hipódromo, el fenecido Salomón Sanz -el más sagaz propulsor del hipismo en la historia de este deporte juego- que cuási modernizó el sistema de apuestas para restablecer su imagen, su credibilidad y la confianza de la fanaticada que, entonces, jugaba sobre los 125 mil pesos a la par del dólar.
Yo no he percibido nunca un sueldo en el hipódromo para que este desalmado, identificado solo como “jmlvconsultores@gmail.com”, asocie mi labor periodística con un soborno, una paga indebida o una práctica deshonesta como profesional, que ejerzo desde el año 1965, cubriendo, desde las trincheras mismas de la revolución de abril, para el periódico La Nación que era el baluarte de los Constitucionalistas y de la libertad del pueblo dominicano.
Y ojalá que a quienes ese bergante le envió su desconsiderado E.Mail, como lo hizo al ingeniero Angel Rubio, al doctor Angel Contreras hijo, Manfred Codik, Roberto Payano, Osiris Bautista, Radhamés Senra, Bienvenido Carmona, Dagoberto Galán y Juan Odalix Pimentel Báez, entre otros, le respondan que yo no cobro un sueldo en el hipódromo y que únicamente, como en otras ocasiones, recibo la paga de una publicidad, como a tantos otros. que ofrezco en mi segmento hípico del programa “El Compinche Dominicano”, por la emisora La Rocka, f.m., a las 8:00 de la mañana, que en nada me compromete a apoyar las acciones de la actual administración del hipódromo, y con nadie. Además, cuando no tengo ese protagonismo, yo mismo mediante carta rescindo el contrato, como presumo ha de constar en los archivos oficiales del hipódromo.
Y si quien me ha provocado este “quille” no se retracta, haré reserva de mi derecho a poner el caso ante el Colegio Dominicano de Periodistas -del que fui uno de sus fundadores- si no es que se coloca frente a mi en un duelo sin padrinos, con revólver en manos de la muerte y no seré yo, por supuesto, quien caiga abatido.
Más, si este encuentro es evitado, estaré siempre ojo avisor para repeler cualquier agresión contra mi, y que yo determine que proviene de ese pelafustán, pues tengo para defenderme en cualquier lugar y circunstancia. Los hombres con dignidad se respetan (&¡%&..).
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