El Centro Olímpico
ha sido diezmado
“Los paseos alrededor del Centro Olímpico, que cubren áreas de las avenidas Máximo Gómez, 27 de Febrero, Ortega y Gasset y John F. Kennedy, son excelentes para caminar, ejercitarse en horas de la mañana o de la tarde. Pero la gente no los utiliza porque el paseo ha sido utilizado para parqueo de vehículos ¿Por qué razón el Centro Olímpico no es utilizado masivamente como lugar de ejercicios para los ciudadanos que viven en los alrededores o en puntos más distantes de la ciudad?¿Cómo es posible que una obra urbanística y ecológica de las características del Centro Olímpico no reúna masivamente a miles de personas cada día o cada semana, en actividades recreativas?
Una ciudad de pocos espacios públicos, de pocos parques como Santo Domingo. Tiene un Centro Olímpico que es grande, arborizado, y con calles y lugares para ser disfrutado en familia, en ejercicios cotidianos, y carece de la atención del público. ¿Cuál es la razón?
Al Centro Olímpico Juan Pablo Duarte van los deportistas que tienen la obligación de hacerlo. Nada más. La razón es sencilla: es un lugar sucio, peligroso y carece de las condiciones para garantizar la seguridad a los caminantes, como sí lo ofrecen otros lugares mejor atendidos, como la avenida de la salud, en el Parque Mirador Sur.
La responsabilidad es del Ministerio de Deportes y Recreación Física, que no ha creado las condiciones para que el Centro Olímpico sea un lugar con dignidad y seguridad.
En los alrededores y en las aceras del Centro Olímpico hay instalaciones policiales y militares y no ofrecen ninguna seguridad. Los agentes no son confiables. En horas de la mañana a cualquier persona la asaltan, agreden en esa área y nadie acude en su ayuda.
Los ladrones han hecho nido dentro del propio Centro Olímpico. Los robos a los propios deportistas obligados a ir allí son cotidianos. Cuando no tienen objetos para robarles, les quitan los zapatos o los equipos que llevan para realizar algún deporte.
La Policía Nacional no hace nada. Los motoristas ladrones caminan con impunidad dentro de la instalación deportiva. Y en las puertas no hay vigilancia ni cautela para determinar quienes entran y quienes salen. Y si hay que cerrar las puertas en algún momento, por razones de seguridad, de robo, nadie tiene posibilidad de hacerlo. Los policías que hay allí no funcionan.
Esta semana Acento fue testigo de una vehículo militar al servicio de la presidencia de la República corriendo a una excesiva velocidad dentro del Centro Olímpico. Se pensó que perseguían a un delincuente. No, es una norma suya, porque son militares, son de la presidencia, y atropellan a cualquiera, aún en una instalación deportiva.
Los paseos alrededor del Centro Olímpico, que cubren áreas de las avenidas Máximo Gómez, 27 de Febrero, Ortega y Gasset y John F. Kennedy, son excelentes para caminar, ejercitarse en horas de la mañana o de la tarde. Pero la gente no los utiliza porque el paseo ha sido utilizado para parqueo de vehículos oficiales y privados, para negocios particulares y para los desperdicios que va dejando la construcción del Metro. No hay continuidad en estos espacios. En cualquier lugar se interrumpe la vía, por orden de cualquier jefecito. Y los ciudadanos se ven privados de un espacio público excelente. Es lamentable que así sean las cosas en esta ciudad olvidada de la atención que merece de parte de las autoridades.
La Policía Nacional debía atender con más cuidado ese espacio, ya que tiene dos destacamentos policiales dentro del área. Los militares debían cuidar mejor las aceras porque utilizan parte del terreno como parqueadero para sus automóviles. Las entradas y salidas del Centro Olímpica debían ser controladas.
Ahora que el Consorcio Corredor Duarte lo ha limpiado, y está terminando una desarrabalización, sería urgente que el Ministerio de Deportes estableciera medidas, por ejemplo, para que el ayuntamiento recoja la basura cada día. Esa tarea que pareciera elemental no se logra en el Centro Olímpico.
¿Quién va a cuidar que los comerciantes, las paleteras, los talleres, los parqueadores, los ladrones y demás polillas sociales no se apropien de los espacios que se han creado, ahora, con la limpieza que ha realizado el Corredor Duarte en el Centro Olímpico?
Aunque parezca raro, esa pregunta es pertinente y necesita respuesta, pues muchas de las cosas que ha hecho este consorcio, antes de terminar el trabajo, han comenzado a deteriorarse por robos y por daños deliberados. Acento.com.do 12 de noviembre del 2011
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