viernes, 2 de diciembre de 2011

"En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento", Albert Einstein

Política: Autor del Blogger/Tomás E. Montás

Hipólito, Trujillo
y la “mano dura”
(Este artículo fue preparado el amigo en la carretera de comunicación de la red social Facebook, Henry Striddels, entregado este viernes, 2 de diciembre de 2011, en el que hace referencia a un pronunciamiento del candidato presidente del Partido revolucionario dominicano (PRD), Hipólito Mejía, quien planteó la necesidad de hacer acopio de medidas asumidas en el régimen de Rafael Leonidas Trujillo y que estima fueron buenas para el imperio de la ley y el orden, pero sus adversarios han pretendido, de manera maliciosa, endilgarle el propósito de parangonarse a Trujillo en un eventual retorno al Poder). 
"Ya hemos visto que con cierta frecuencia el tema de Trujillo recurre en la prensa popular del país. Meses atrás y a propósito de un nuevo libro de Angelita Trujillo, la discusión sobre los Trujillos tomó un giro bastante ofensivo y hubo gente ofendida por ello. Eventualmente las aguas bajaron de nivel y el tema desapareció. Ahora nos toca otra vez analizar lo que veo se está convirtiendo ya en un “telelé”.
El tema de Trujillo remite a varios aspectos que nunca será suficiente el analizar. Aparte de las consabidas represión y exageraciones del régimen, hay otras instancias que quizás son aún peores que eso. Una de ellas, de las tantas, es la necesidad de la “mano dura” que muchos creen es la salida a lo que actualmente pasa en el país.
A mi modo de ver el problema del país no es un asunto de “mano dura” o de que hace falta “mano dura”. Quizás la idea misma de tener otro “mano dura” pudiera muy bien estar siendo infiltrada por la familia de Trujillo contando con que ellos no sólo puedan volver al poder sino que se le retornen, a su vez, “sus pertenencias” (lo cual, dicho sea de paso es lo que suena aquí en Miami, y que deberá suceder a la caída de los Castros). Pero si bien esto pudiera ser cierto, la necesidad de la “mano dura” muestra la desesperación de los sectores de clase media urbanos frente, por una parte, a la falta de liderazgo que exhibe el gobierno peledeísta y por la otra al deseo de que el país se incorpore al siglo XXI dejando atrás el caos administrativo y legal que en mayor o menos grado nos tienen acostumbrados los gobiernos de turno. En realidad, el problema actual en el país, no es un asunto de falta de “mano dura”. De hecho la “mano dura” existe, lo que no está es dirigida a establecer un orden social civilizado.
Uno de los ejemplos mas espectaculares de la existencia de trujillismo en el país es la actuación de la Policía Nacional con respecto a los “intercambios de disparos” con “presuntos delincuentes”. Trujillo descubrió que el terrorismo estatal ahorra dinero en el presupuesto de la Policía Nacional y ejecutó la idea. En aquellos tiempos “cuatro gatos” dirigidos por Johnny Abes, más el concurso “de los que se daban banquete en el gobierno”, hacían real el terrorismo estatal y el país se manejaba “perfectamente” con una escasa dotación policial. Ahora el esquema se trata de repetir esta vez con un giro doloroso: la población en sentido general se ha mostrado totalmente insensible a la violación de los derechos humanos que vienen sucediendo desde hace muchos años. Incluso, esto mismo que digo le deberá sonar “molestoso” a algunos de quienes lo están leyendo, con lo que implico que la actuación de la policía recibe el respaldo de una gran parte de la población. Esa “mano dura” no molesta, y de hecho se respalda, aunque la prensa la denuncie. No molesta porque esa “mano dura” no le toca a los sectores que nos tienen acostumbrados a oírles protestar.
También la arbitrariedad, la insensibilidad social y el abuso de la cosa pública y de poder que exhibió hace años la administración de Radhamés Segura en el emporio eléctrico del país fue otro ejemplo de “mano dura”, de imposición de medidas abusivas contra la población que esos mismos sectores de clase media que menciono no se atrevieron a criticar así. El lamento por los “apagones” que viene desde los años de Julio Sauri o mas exactamente desde el gobierno del Bosch, tiraba y tira, una cortina de humo sobre el entender esta "versión eléctrica" del peledeísmo como “mano dura”.
El control del PLD sobre el Congreso Nacional, el Poder Judicial y obviamente el Poder Ejecutivo (es decir, sin dejarle espacio político a nadie) tiene su ejemplo patético y espectacular de "mano dura" en la aquella ya famosa frase, que yo particularmente no voy a olvidar, la cual hace días, tomó fuerza mediática viral: “¡Voten, Honorables, Voten!” a la cual lamentablemente lo único que le faltó fue “el san-antonio” (que no apareció porque quién deseó decirlo sabía muy bien que lo estaban grabando). Este es un ejemplo de “mano dura”, y “mano dura” de la mejor, ejecutado cuando la libertad es mas necesaria: al momento de decidir; un ejemplo que insulta hasta mas no poder el espíritu democrático que tanto se cacarea como “existente” en el país. Más trujillista de ahí no se puede ser.
La misma insensibilidad y la inacción de parte del Gobierno frente al caos administrativo y legal que infecta la cosa pública es de hecho otro ejemplo de “mano dura”, lo único que de sentido contrario a lo que debe ser. Si se analiza, las críticas sobre el desorden administrativo, el despilfarro, el robo e incluso el contubernio de sectores de poder peledeísta con el narcotráfico y la versión moderna de la “cosa nostra” continúan impertérritos e invariables desde hace mucho tiempo, lo que quiere decir que hay una mano dura en el background (debí haber escrito “por detrás”, dadas las características “anales”, es decir retentivas, compulsivas, rígidas y repetitivas, que este gobierno exhibe) que impide “que se haga algo” al menos a propósito de eso. Otro ejemplo del trujillismo actual.
Y en última instancia, aunque irrelevante desde el punto de vista social pero ilustrativo de la ideología de “mano dura” que ahora podemos ver que existe casi por doquier, es la elección de Margarita Cedeño como candidata a la vice-presidencia del PLD para las próximas elecciones. Habiendo tantos “compañeritos del comité de defensa de la revolución” dentro del PLD que bien podrían ser elegidos al puesto, la “mano dura” termina imponiendo uno; esa misma “mano dura” que, lamentablemente, otra vez, silencia públicamente “los san-antonios”.
Por lo que quizás lo único que extrañamos del trujillismo, es en realidad a la figura del Jefe, la persona misma, de carne y hueso, no a la “mano dura”. La posición del Presidente Hipólito sin ánimo de ofender, porque a mi me consta que él no está “en esa onda”, es absolutamente trujillista y le hace el coro a esos sectores trujillistas que quieren ver un Trujillo en el gobierno, no sólo para extender la popularidad de la “mano dura” sino para quedarse con todo lo que hay, lo cual Trujillo con todo y su “mano dura”, no pudo lograr. (Viernes, 2 de diciembre de 2011),


http://hipicosas.blogspot.com/

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