Dios los cría y ellos se juntan
(Estamos abocados en el país a la contemplación de un paisaje desolador, para el que se urde la sumisión del ejercicio de una prensa no parcializada, instigada por una generación de políticos enriquecidos en el Poder, dándose paso al imperio de la mediocridad política, como ya lo escribió Beaumarchais en “Las bodas de Fígaro” hace muchos años: “Política es fingir ignorar lo que se sabe y fingir que se sabe lo que se ignora; fingir entender lo que no se comprende, no oír lo que se escucha, y poder más que lo que está en las propias fuerzas; mantener como secreto la falta de secretos; parecer profundo cuando no hay otra cosa que vacuidad e inanidad; representar mejor o peor el papel de un personaje; sembrar espías y poner traidores a sueldo; esforzarse en ennoblecer la pobreza de los medios con la importancia de los fines")
El texto de marras, que se ofrece a continuación, enfila contra la prensa opositora al gobierno argentino, similitud con la entrega cuando el periodismo se ejerce a favor del oficialismo, siempre inducida por intereses políticos:
“A fuerza de sacarles las caretas, con las que cada día disfrazan las noticias, los medios masivos de comunicación van perdiendo la credibilidad que tenían, por parte de la población que seguía sus argumentaciones y comentarios.
Hoy, sus columnas, son consumidas por un menor número de lectores entre los que se encuentran un reducido núcleo duro de seguidores, que ansían encontrar en las noticias y en las argumentaciones algo que les indique que el gobierno al que odian y desean ver derrumbándose, finalmente se precipite a tierra, solo por sentir la satisfacción de experimentar ese momento.
Es muy lamentable que esto esté sucediendo, pero debe considerárselo como un dato de la realidad con la que hay que convivir y saber interpretar.
Es decir, que existe en la población un grupo de personas ansiosas porque este gobierno pierda fuerzas y deba abandonar el poder.
Fregándose las manos cuando aparecen en el horizonte una problemática indicativa que todo se vendrá abajo. Ya que las dificultades no afectan solo a un grupo de personas selectivamente, sino que terminan repercutiendo en todos los estamentos de la sociedad. Como también lo hacen las condiciones que benefician a un sector de la misma.
Lo curioso de esta situación, es que quienes quieren ver que todo se derrumba son precisamente quienes más se han beneficiado por las circunstancias favorables durante estos últimos años. Lo que hace más incomprensible su estado de ánimo lleno de belicosidad hacia todo lo que haga o deje de hacer el gobierno.
Este mercado consumidor de noticias catastróficas y belicistas, hacia los miembros del gobierno, presiona a su vez para que los periódicos opositores les brinden lo que desean glotonamente consumir. Es por eso, que las redacciones sabedoras de lo que se busca en sus páginas, ofrecen cada mañana un abanico de malas y retorcidas noticias, en la seguridad de que serán saboreadas junto con el café y las medialunas con las que las acompañan.
Es decir, que quienes manejan el negocio periodístico verían caer sus ingresos si pusieran más objetividad en el tratamiento de los temas, realimentándose de esta manera ambos comportamientos lamentables”.
Cosas vederes Sancho.
(Martes 27 de marzo de 2012)
