lunes, 14 de febrero de 2011

Preocúpate más con tu conciencia que con tu reputación, porque tu conciencia es lo que eres y tu reputación es lo que otros piensan de ti....

Política: Autor del Blogger/Tomás E. Montás




La balaguerización del PLD
y Leonel Fernández frenan
los ncesarios cambios en RD

(El periodista dominicano, residente en los Estados Unidos, José Alduey Sierra analiza la situación política del pais y el fenómeno que se opera dentro del partido gobernante, presagiando que si la democracia dominicana sigue su actual rumbo balaguerista, conservador y derechista, terminaremos en un clima de irrespeto total de las libertades públicas y los derechos humanos).

"La derechización balaguerista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el presidente Leonel Fernández luego de abandonar por completo el proyecto de nación del profesor Juan Bosch y abrazar el conservadurismo balaguerista, como su instrumento ideológico pragmático para el ejercicio del poder, constituyó el más grande freno y frustración del pueblo dominicano al proceso de cambios políticos, económicos y sociales anhelados por décadas en el país caribeño, con 12 millones de habitantes, de los cuales el 10%, unos 2 millones son ciudadanos inmigrantes residentes en el exterior.
La República Dominicana vive dentro de los esquemas de la democracia representativa, con tres poderes del Estado independientes, en apariencia, porque en la práctica todavía impera la mentalidad estrecha y la rigidez política conservadora de una dictadura. Todo el poder concentrado en las manos del Presidente El único y auténtico poder público en el país caribeño lo encarna el Jefe del Estado. Los demás son poderes formales, simbólicos, porque la democracia dominicana sigue funcionando con los esquemas, estilos y maquinarias del trujillismo, pues tenemos una sociedad en la que realmente funciona un solo Poder del Estado: el Poder Ejecutivo.
El sueño de cambiar esa realidad, como tantas otras, ha sido un fracaso. El pensamiento ultraconservador del peledeísmo gobernante ha sepultado los cambios y lo dominante es el atraso político y social de la sociedad completa. Aquel sueño de cambios y transformaciones sociales, las reformas pacíficas, democráticas, ha muerto en las manos del peledeísmo balaguerista de Leonel Fernández. Tras la muerte de Trujillo, hemos vivido un proceso democrático anómalo, amañado, porque es la continuación de aquel régimen unipersonal, nefasto y dictatorial en muchos de sus vicios, como son el caudillismo, la corrupción administrativa, el paternalismo, la arrogancia, el servilismo, el endiosamiento a los gobernantes de turno, el clientelismo político y la concentración de casi todos los poderes del Estado en una sola persona: el Presidente.
Si la democracia dominicana sigue su actual rumbo conservador y derechista terminaremos en un clima de irrespeto total de las libertades públicas y los derechos humanos. Lo sucedido con el intelectual y ex-guerrillero, el ingeniero Hamlet Herman es sólo un ensayo, y una señal preocupante. Si el Congreso aprueba una cuarta reelección más, avasallante, aplastando a todo el mundo en la oposición como rodillo, habrán elecciones sangrientas y el PLD terminará perdiendo el poder en el 2012 y totalmente desacreditado como partido que pasó 12 años, como Balaguer, sin dejar huellas sociales de solución a los grandes males de la Nación. Por más “estabilidad macroeconómica”, por más líneas del metro que pueda exhibir la administración peledeísta y por más que la economía haya crecido un 7.5% anual. Si el 60% de la población sigue viviendo en pobreza extrema, sin cambios fundamentales, eso sólo significa progreso material del país –no de su pueblo- al mejor estilo de Trujillo, Balaguer y Leonel.
Todos los gobiernos que hemos tenido en la “era democrática” desde 1961 hasta la fecha han mostrado en mayor o menor grado esa concentración excesiva, arrogante y desmedida de casi todos los poderes del Estado en las manos de un sólo hombre. El presidencialismo ultraconservador hizo de Joaquín Balaguer un gobernante y caudillo mesiánico, intolerante, represivo, con todas las secuelas de muerte y atropello a los derechos humanos y las libertades públicas que ya conocemos.
Si el “encanto” del respeto a las libertades públicas y el clima democrático que ha vivo el país en los tres gobiernos del PLD es borrado por las nuevas políticas conservadoras y derechistas, la Nación marchará hacia el caos y el retroceso, hacia la misma dictadura ilustrada balaguerista de los años 60’s y 70’s La negación del 4% a la educación y el estancamiento de todo proyecto de cambio social demuestran que el conservadurismo ultraderechista está en control total del Estado. ¿Cómo se expresa esa cultura política del control totalitario del Estado, disfrazada de liberalismo, en el régimen del presidente Leonel Fernández, en el marco de su tercer mandato constitucional? Veamos:
El presidente Fernández ha creado la maquinaria política del Estado más ponderosa, comparable solamente con las de Trujillo y Balaguer, a quienes realmente ha superado en muchos aspectos por una cuestión de modernidad tecnológica del Siglo XXI. Las redes sociales y el Internet han posibilitado al gobernante neoliberal el más absoluto control político, militar, financiero, ideológico y económico de la Nación, exactamente como lo tenían –guardando las distancias y diferencias— Balaguer y Trujillo. Veamos cuáles son los mecanismos creados y legitimados en el marco de nuestra democracia, por donde el presidente Fernández ejerce el control absoluto del Estado de manera mesiánica, a veces imperceptible para el ciudadano común:
1. Aparato propagandístico.--Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) es el más formidable aparato propagandístico del Presidente. Desde su ángulo de organización sin fines de lucro independiente juega un papel estelar en la democracia y en la esfera política-intelectual del Estado. Mantiene el control ideológico y cultural de la sociedad a través del debate a fondo de las ideas y corrientes de pensamiento asociadas a los intereses del gobernante. Su papel fundamental es guiar el rumbo ideológico y el pensamiento social de la clase media alta, de los intelectuales y académicos del país. Con millonarios recursos a su disposición, es el más profundo y penetrante instrumento de control mediático-propagandístico del régimen. Su plan estratégico es organizar y dirigir el pensamiento político y social de los intelectuales como conductores y guía de la sociedad.
2. Clientelismo político. La Tarjeta Solidaridad, que no resuelve el problema alimenticio de nadie, es el instrumento político por excelencia orientado a controlar el pensamiento y el voto de los sectores más pobres y atrasados. Mediante la entrega de RD$700.00 mensuales a familias de pobreza extrema se emplea el paternalismo en su máxima expresión a través de una tarjeta digital que ha sido concebida como un servicio social de “comida para los más pobres”, pero que en la práctica funciona como una maquinaria de control político del voto de los más desafortunados del derecho a la educación y por demás desposeídos. Disfrazada de servicio humanitario, la tarjeta solidaridad es la globalización digital del balaguerismo social de las “funditas”, La Cruzada del Amor elevada a una quinta potencia. Es jugar al clientelismo político en el Siglo XXI con un millón 500 mil dominicanos votantes potenciales a quienes se les niega su derecho a educarse, secuestrándole el 4% para la educación, y que pasaron a ser controlados como un voto más a través de una tarjeta digital Solidaridad, organizada, dirigida y estructurada por el gobierno. Una sólida, poderosa y bien controlada maquinaria política de votantes.
3. El Poder Legislativo. El control del Congreso Nacional, a través del Senado, hace del Poder Legislativo una verdadera caricatura. El Poder Ejecutivo mantiene bajo sus alas el control político de los legisladores. Esperar del Congreso el debate a fondo de proyectos legislativos de manera independiente es pura quimera. Los propios legisladores de la oposición, en la Cámara de Diputados, temen si quiera opinar en contra de aquellos proyectos que emanan del Poder Ejecutivo, los cuales, como en la Era de Trujillo, llegan al Congreso y son aprobados sin ninguna enmienda. Por temor a llevar la contraria al Presidente, los legisladores van al Congreso únicamente a levantar las manos. Consciente de ese poder avasallante del presidencialismo en el Congreso, el presidente Leonel Fernández está seguro de que pasar un referéndum y aprobar una cuarta elección presidencial no es ningún problema. Sería cuestión de su propia voluntad política. Los peligros son otros y por eso lo está pensando todavía. En lo formal, el Congreso es un poder aliado, dependiente, del Poder Ejecutivo, incluso aunque el partido de gobierno no tenga el control de la mayoría parlamentaria. La conducta del Congreso, hasta desde la oposición política, es casi siempre mecánica, alcahuete y adulona frente al Poder Ejecutivo. Jamás críticos ni contestatarios.
4. EL Poder Judicial. Frente a los hechos de corrupción y la criminalidad que se muestran desbordados en todos los límites tolerable, con las mansiones de funcionarios sin tradición de riquezas, el sicariato, el narcotráfico y la bandalización de los cuerpos armados, la justicia dominicana luce paralizada. Siempre ha sido ciega, sorda y muda frente a los actos del Poder Ejecutivo. Ningún juez asume con seriedad la sanción de ningún acto de corrupción administrativa en el gabinete presidencial. El sicariato y los crímenes por encargo están en su mejor momento en el país. Los expedientes contra funcionarios corruptos casi siempre terminan en el zafacón o engavetados para siempre. Nunca la justicia encuentra pruebas suficientes para condenar a los funcionarios que delinquen o a personas de alto rango social, aunque el rumor público los señale por sus nombres y las evidencias sean claras y contundentes de sus riquezas mal habidas. Porque no hay un Poder Judicial realmente independiente que actúe por su propia cuenta detrás del latrocinio y la criminalidad. Y si lo hacen siempre se quedan a medio camino.
5. El Cuarto Poder. El control de la prensa como instrumento político del Estado siempre ha desempeñado un papel importante en los diferentes regímenes del país. No es comparable el poder absoluto de una dictadura sobre la prensa con el poder mediático del Estado, en la democracia. Pero en el fondo hay controles fuertes que limitan y dificultan la libertad de expresión y el libre flujo de la información. El gobierno tiene muchos medios para manipular la prensa, y siempre los utiliza. A través de la publicidad controla la mayoría de los medios de comunicación y sus políticas informativas. A través de la asignación de anuncios se ejercen medidas coercitivas que buscan siempre silenciar y doblegar la prensa. Sólo hay que ver que el gobierno asigna a los grandes medios el 50 por ciento o más de sus ingresos de publicidad pagada dado el inmenso poder del Estado en la economía del país. El periodismo independiente sobrevive en el país a base de mucho coraje y determinación, desafiando incluso el ahogamiento financiero gubernamental con la publicidad del sector privado.
No hay que hablar de los demás poderes que controla el Presidente Fernández como lo es el Poder del Estado y su facultad constitucional de quitar y poner funcionarios civiles y militares. Y todo el poder que le otorga la constitución para manejar el Presupuesto General de la Nación, las Fuerzas Amadas y la Policía Nacional. Tampoco hay que citar el poder político que concentra en sus manos a través del control del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y los 12 partidos aliados que han venido apoyándolo en cada proceso electoral. La balaguerización completa de Leonel Fernández ha sido posible gracias a esa alianza con las fuerzas más derechistas y conservadoras de la sociedad (dentro y fuera del PLD). Como nación de cultura trujillista, el Presidente es convertido en un semi Dios, cuando no en Rey Supremo o monarca insustituible, sobre todo para aquel círculo de funcionarios que han logrado reelegirse y enriquecerse con el dinero de los dominicanos más pobres en tres períodos de gobierno y que aspiran a seguir en el tren administrativo, sin dar paso a un liderazgo de relevo.

Intolerancia y represión

Es frente a ese cuadro de poderío absoluto que se presenta ante la actual coyuntura la posibilidad de que el presidente Leonel Fernández opte por una cuarta elección para el período 2012-2016 para seguir al frente de su proyecto político ultraconservador. Con todo el poder concentrado en sus manos, y abierta la brecha del referéndum en la nueva reforma constitucional, está libre de obstáculos la vía legal para lograr su repostulación. Y si no es ahora podrá volver siempre en el 2016, en el 2020, 2024, cuando quiera. La nueva Constitución se lo permite. Ahora bien, las consecuencias ahora serían funestas, desastrosas. Una cuarta reelección así --después del descrédito nacional por la corrupción generalizada y el desgaste político del modelo económico y social provocado por casi tres períodos consecutivos de gobierno, sin impactar la pobreza de la población--, sería un proyecto peligroso, aventurero e inoportuno por lo siguiente:
1. Desataría los demonios alrededor del presidente Fernández pues sepultaría las aspiraciones de sus propios compañeros de partido que ya llevan años trabajando en sus proyectos, como son Danilo Medina, José Tomás Pérez, Bienvenido Rodríguez Brito, entre otros (que también tienen legitimo derecho a una candidatura presidencial) provocando una crisis divisionista al interior del PLD y en consecuencia llevaría el partido oficial a su segura derrota electoral. Una repostulación así utilizaría los recursos del Estado en forma avasallante en contra de sus adversarios del PRD o de la oposición que verían su reelección como una traición a lo pactado por el Presidente Fernández con Miguel Vargas Maldonado para introducir la última reforma a la Constitución. Arrastraría las Fuerzas Armadas y la Policía a la campaña, como pasó con Hipólito Mejía y el PRD en el 2004, o como ocurrió con la famosa guardia colorá de Balaguer apoyando su continuismo. Sería una repostulación de consecuencias nefastas desde cualquier ángulo que se mire porque demostraría, después de tres períodos de mandatos constitucionales casi consecutivos, una ambición de poder excesiva, insaciable, desmedida del presidente Fernández, lo que traería como resultado un proceso electoral cargado de mucho odio y violencia que pudiera degenerar en hechos sangrientos.
2. En tales circunstancias, es posible que consiga quedarse en el poder, pero crearía un ambiente nacional de tanta tensión e irrespeto a las libertades públicas y los derechos humanos que arriesgaría hasta la gobernabilidad del país. Señales de ese comportamiento intolerante y represivo comenzaron a verse desde semanas atrás cuando oficiales del DNI fueron a la residencia del intelectual y legendario ex-guerrillero Hamlet Herman, en Gazcue, frente al Palacio Nacional, y trataron de intimidarlo pidiéndole que quitara un letrero demandando el 4% para la educación, colocado en frente de su casa. Son los aires de violencia, los excesos antidemocráticos que genera el continuismo de quienes detentan el poder y quieren seguir arriba a cualquier precio. Un acto indignante frente a un hombre de la categoría histórica de Hamlet. Si eso es con Hamlet que hasta fue funcionario en la primera administración del PLD, ¿que sería con un ciudadano común? Son señales de ese comportamiento arrogante y abusivo, típico del trujillista-balaguerista, que quieren reimplantar sectores del gobierno envalentonados con el reeleccionismo. Esto puede llegar a generalizarse en toda la sociedad, si la soberbia, arrogancia y servilismo llegaran a imponer la reelección a la mala en el país. En esas circunstancias, estaríamos a un paso de caer en el balaguerismo rancio y sangriento para completar el cuadro perfecto del “modelo balaguerista” en el poder. Sólo eso nos falta para tener la derechización y balaguerización completa del PLD en el poder.
(El autor es comunicador, comentarista y analista que actualmente trabaja como productor independiente de televisión y es copresentador del programa Contacto en el canal 35, Nueva York, de la empresa DBS. Email:
josealdueys@gmail.com.)

http://hipicosas.blogspot.com/

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